¿LAS ESCUELAS MATAN LA CREATIVIDAD?
CHarla TED. Sir Ken Robinson
Quería compartir algunas ideas. Como ya ha sido dicho, los sistemas educativos tienen un carácter fuertemente conservador (lugar de reproducción de lo social en las formas más visibles (en la conferencia: industrialización – preparación para puestos de trabajo requeridos) y en las formas más sutiles (en la conferencia: mayor acceso de población al sistema educativo – salto hacia delante en las acreditaciones necesarias para iguales puestos). Los educadores, pensamos, (obstinadamente diría) que en esa inmensa red, hay espacios posibles de cambio, de transformación – que se juegan en experiencias concretas, en ideas y trabajos “a contramano”, también en el uno a uno (tal vez como ríos corriendo y abriendo grietas).
Los sistemas educativos tienen también otra punta, (para mi bastante provocadora, por lo incierta, por su potencia, por el desafío que nos plantea): siempre están recibiendo a “los nuevos”, a las nuevas generaciones (¿qué sería del mundo sin los nuevos? Y ahí el libro y la película “Los hijos del hombre” planteando imágenes de lo que podría ser un mundo sin niños). Y desde esta punta viene otra pregunta, que creo indispensable para la creatividad, que es el tema de la subjetividad, la posibilidad que abrimos los adultos a los niños, a ser reconocidos con un nombre, en su singularidad. ¿Cómo innovar, producir originalidad sin el espacio para ser ese distinto que soy? (Dice Meirieu, la educación como “hacer sitio al que llega, y ofrecerle los medios para ocuparlo… permitirle construirse a sí mismo como “sujeto en el mundo”: heredero de una historia en la que sepa qué está en juego, capaz de comprender el presente e inventar el futuro”). /En la conferencia: Gillian es reconocida por su nombre, y el especialista le dice “Gillian: no estás afuera, te acercaré uno de los caminos de la cultura para los niños de pies inquietos”. Y abre la danza, como una invitación, una posibilidad. (Rescate, despliegue de su singularidad, - que en este caso además, abrirá camino a otros).
Una última nota (disculpen la largura de este comentario): esta traba es doble, para los niños que crecen en sectores más desfavorecidos económicamente, quienes dejan de ser niños y sólo niños, para ser niños “adjetivados”, (sólo por dar un ejemplo “niño carente”), y desde este decir, profetiza (al igual que en el caso de Gillian, pero al revés) un camino de joven, luego adulto “carenciado”. Los desafíos para pensar una educación que posibilite un mejor mañana, son muchos y laboriosos. Sin duda requieren creatividad.
/publicado en Mil de Ideas, 2009 - En comentario a la conferencia del TED/
Los sistemas educativos tienen también otra punta, (para mi bastante provocadora, por lo incierta, por su potencia, por el desafío que nos plantea): siempre están recibiendo a “los nuevos”, a las nuevas generaciones (¿qué sería del mundo sin los nuevos? Y ahí el libro y la película “Los hijos del hombre” planteando imágenes de lo que podría ser un mundo sin niños). Y desde esta punta viene otra pregunta, que creo indispensable para la creatividad, que es el tema de la subjetividad, la posibilidad que abrimos los adultos a los niños, a ser reconocidos con un nombre, en su singularidad. ¿Cómo innovar, producir originalidad sin el espacio para ser ese distinto que soy? (Dice Meirieu, la educación como “hacer sitio al que llega, y ofrecerle los medios para ocuparlo… permitirle construirse a sí mismo como “sujeto en el mundo”: heredero de una historia en la que sepa qué está en juego, capaz de comprender el presente e inventar el futuro”). /En la conferencia: Gillian es reconocida por su nombre, y el especialista le dice “Gillian: no estás afuera, te acercaré uno de los caminos de la cultura para los niños de pies inquietos”. Y abre la danza, como una invitación, una posibilidad. (Rescate, despliegue de su singularidad, - que en este caso además, abrirá camino a otros).
Una última nota (disculpen la largura de este comentario): esta traba es doble, para los niños que crecen en sectores más desfavorecidos económicamente, quienes dejan de ser niños y sólo niños, para ser niños “adjetivados”, (sólo por dar un ejemplo “niño carente”), y desde este decir, profetiza (al igual que en el caso de Gillian, pero al revés) un camino de joven, luego adulto “carenciado”. Los desafíos para pensar una educación que posibilite un mejor mañana, son muchos y laboriosos. Sin duda requieren creatividad.
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